La
misteriosa rana
Durmiendo
su siesta parecía estar
la
rana
panza
arriba en su acogedora planta
mientras
amigos la observaban.
No
sabían si dormida o muerta
se
hallaba
pero
ellos perplejos
no
osaban despertarla.
Entre
ellos decían, comentaban:
¡Quizá
esté dormida!
¡Tal
vez solo cansada!
y
seguían mirando a la rana.
Pregunta
el cordero:
¿Y
si le berreo?
¿Y
si la abrazo?
-pregunta
el sapo.
Dejadla
tranquila,
-comenta
el perro.
No
haremos nada
-dijo
la cabra.
No
estoy muerta ni dormida
solo
me hallo pensando
con
los ojos cerrados,
soñando
“el mañana”.
Comentarios
Publicar un comentario