Mi querido pajarito Pajarito mio, que poco me duraste fué por mi culpa, por querer consevarte. Debí devolverte a tu nido, antes de atreverme a refugiarte e imaginar que no sobrevivirías sin tu querida madre. Si te hubise depositado en un arbol habrian venido a salvarte y habrias tenia larga vida en lugar de, sin querer, matarte. Mal me siento por ello, pues... quise cuidarte y quererte por siempre, por siempre amarte. Tina Martín del Pino