Los grandes cambios no siempre requieren grandes
esfuerzos.
Había una vez un lindo gusano que vivía en una manzana. Gustavo, que así se llamaba, estaba triste, porque no tenía amigos, y eso que en el gran manzano habia muchos habitantes. Gustavo era muy especial, muy guapo Tenía miedo de ser asado algún día dentro de la manzana en la que vivía, ya que al dueño del árbol le gustaba mucho comer las dulces y ricas manzanas asadas que nacían en el manzano.
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